“Fomentando la cohesión social y promoviendo el encuentro y el diálogo intercultural en los barrios de Iralabarri y Ametzola”
El pasado sábado 18 de marzo, en los barrios de Irala y Ametzola, celebramos la “III.Fiesta del Pan”. Todavía hoy, después de casi una semana, parece un poco difícil expresar con palabras lo que se generó aquel día en la plaza Kirikiño.
Bajo el lema “amasamos los barrios en convivencia” la plaza acogió a más de una treintena de colectivos del barrio, los cuales, aprovechando el nuevo enfoque participativo de la fiesta, tuvieron la oportunidad de dar a conocer su trabajo a todas las personas que se acercaron a la plaza mediante la colocación de distintos “stands”. Además de esto, muchos de los colectivos prepararon talleres y juegos varios para infancia y también para personas adultas, animando a participar y generando un ambiente genial.
Por otra parte, y manteniendo el elemento cohesionador de la fiesta (el pan), un año más tuvo lugar la muestra de panes del mundo. En ella, tuvimos la suerte de poder degustar diferentes panes (Bolivia, Italia, Salvador y Marruecos). El pan, vinculado desde sus orígenes a este territorio, es sin duda el elemento idóneo para reforzar un sentido de pertenecía inclusivo que alcanza a todas y todos los vecinos, más allá de los lugares de procedencia de cada uno de ellos.
Finalmente, no podemos olvidar las diferentes actuaciones que a lo largo de la mañana llenaron de ritmo y color la plaza Kirikiño. Todas ellas impulsadas por personas del territorio, que se acercaron a la plaza con el único objetivo de mostrar su trabajo al resto de vecinos y vecinas, al mismo tiempo que sin duda entretenían y animaban el ambiente.
Este día no fue más que una pequeña muestra del potencial del territorio y de sus gentes. Una muestra de que cuando nos enredamos, construir barrio no parece tan ardua tarea.
Como todos y todas sabéis, los barrios de Irala y Ametzola vienen siendo desde hace casi tres años el escenario de un proceso de desarrollo comunitario, que tiene como objetivo cohesionar a la comunidad por la convivencia y fomentar el diálogo intercultural. Tras atravesar diferentes fases (coloquios, monografía, diagnostico comunitario…), este proceso ha dado lugar a la Programación Comunitaria, un documento que reúne las principales líneas de actuación en el territorio. No obstante, no debemos olvidar que se trata de un proceso en constante cambio y desarrollo y por supuesto, que solo ha sido posible gracias al trabajo colaborativo entre ciudadanía, profesionales y administración, todos ellos presentes también en la Fiesta del Pan.
Como equipo comunitario, solo podemos agradecer a todas las personas involucradas en el proceso el trabajo realizado, no solo cara a la organización de la Fiesta, sino día tras día en el territorio. Porque sin el trabajo de todas ellas construir barrio no sería posible.